Sonia
Rodríguez Mella es traductora de portugués y autora del Diccionario ACME
Español-Portugués/Portugués-Español, publicado por la Editorial Acme Agency. Desarrolla
su actividad en forma independiente desde 1993, compartida con su profesión de
contadora pública, para finalmente, desde al año 2005 dedicarse exclusivamente
al área de las traducciones de portugués. Actualmente, dirige una página en
Facebook, Traducciones de Portugués, con casi 7000 seguidores, en la cual transmite sus experiencias relacionadas
con los idiomas español y portugués. También es autora del blog www.traducirportugues.com.ar.
Diana – Hola, Sonia, ha sido un placer poder entablar conversación contigo
e intercambiar ideas, lo que en nuestro caso es muy interesante ya que tenemos
diferentes perspectivas de la lengua, yo como traductora de español en Brasil y
tú como traductora de portugués en Argentina. Muchas gracias por aceptar dar la
entrevista y permitirnos saber un poco más sobre tu experiencia. Cuéntanos un
poco sobre cómo surgió la lengua portuguesa en tu vida y cómo fue tu formación
para llegar a ser traductora.
Sonia – Para
mí también ha sido un placer habernos contactado. En el año 1980 me recibí de Contadora Pública y para
festejar este hecho viajé por primera vez a Brasil. Así comenzó mi inclinación
por la cultura brasileña, principalmente por su música. Ese fue el verdadero
motivo por el cual comencé a estudiar portugués. Es que no podía escuchar a
Chico Buarque o Milton Nascimento, ni a Caetano Veloso o Gilberto Gil, sin
entender lo que decían esas hermosas canciones. Y una cosa fue llevando a la
otra. Cuando comencé a estudiar portugués, también caí en sus brazos seductores
y este logró que, de a poco, casi sin darme cuenta, me transformara de
contadora en traductora. Hoy me siento agradecida de poder dedicarme a esta
actividad que me llena de felicidad.
Diana - ¿Qué fue lo
que más te costó aprender de la lengua portuguesa?
Sonia – Me
costó adaptarme a la existencia de tantos falsos amigos con el español. Los
verbos también fueron una dificultad al comienzo, especialmente con tantas pseudosemejanzas
con el idioma español. Recuerdo que el pretérito
perfeito simples en su segunda conjugación era un problema, no tanto al
hablarlo sino al escucharlo y tratar de entenderlo como pasado y no como
presente. Me llevó su tiempo. Lo mismo con el Futuro do Subjuntivo o con el Pretérito
Perfeito Composto. Tampoco fueron fáciles varios aspectos de su fonética.
Es una lengua difícil. Pienso que el idioma portugués es injustamente
subestimado por muchos que creen que por sus similitudes con el español se
trata de un “idioma fácil”.
Diana - ¿Qué es lo que más te gusta de la cultura brasileña?
Sonia – Sin
ninguna duda, su música. Siento una gran pasión por la música de Brasil. A
través de ella tuve la oportunidad de aprender mucho portugués. Eran épocas
donde los LP o los K7 no incluía las letras de las canciones, de modo que para
poder entenderlas había que sentarse largo tiempo con los auriculares y tomar
nota. Era una tarea sumamente desafiante y enriquecedora. Es algo que
recomiendo fervientemente a quienes desean acercarse a esta hermosa lengua.
Diana – Cuéntanos sobre la elaboración del Diccionario ACME. ¿Cuáles fueron los principales retos, cuánto
tiempo tardaste en concluirlo, fue un trabajo individual o en equipo?
Sonia –En un
inicio, pensaba que solo iba a publicar un diccionario especializado en el área
comercial y de las ciencias económicas, pero a solicitud de la editorial, el
proyecto inicial dio paso a lo que sería un diccionario bilingüe, ¡de más de
800 páginas!
Demoré varios años en elaborarlo. Fue un trabajo que
realicé sola, en una época en la que recién comenzaba a funcionar el correo
electrónico; no podía hacer consultas permanentes en internet, no se podía
copiar y pegar. Fue elaborado a partir de la lectura de los principales
diccionarios bilingües impresos disponibles en el mercado, y, desde luego,
teniendo como base el Dicionário Aurélio. Me preocupé por que el lector tuviera
acceso a términos o cuestiones gramaticales o culturales que, normalmente, no
se incluían en otros diccionarios bilingües. Fue una tarea magnífica que deseo
repetir y actualizar con el agregador de la experiencia adquirida en todos
estos años. Este diccionario es algo también muy simbólico para mí. Durante su
elaboración perdí a mi madre y di a luz a mi hija, quien nació en el mismo año
de su publicación.
Diana - Y en cuanto a la adaptación al español del cuento infantil Mateo, el duende y la brujita buena de
la escritora Esther Cohen, ¿cómo fue esa experiencia?
Sonia – Esa
fue una gran experiencia. Me gusta mucho la poesía en general, no solo la
poesía infantil. La traducción de poesía tiene muchos puntos en contacto con la
traducción de canciones, que tanto me gusta. Es un área en la que se debe tener
un justo equilibrio entre la interpretación, la literalidad y la musicalidad.
En mi caso, es un trabajo casi interminable, pues es difícil estar conforme del
todo con la traducción de una poesía o de una canción; como traductor, uno
tiende a apropiarse de la obra. Cada vez que la lees, quieres modificarla,
seguir trabajando en ella, siempre te parece que está sin terminar, pero cuando
se trata de entregas de trabajo, debemos poner una mano en nuestro corazón y
despedirnos de aquellas líneas con las que se mantuvo un juego de seducción que
inexorablemente debe llegar a su fin.
Diana - ¿Cómo te organizas para publicar tantas cosas interesantes en tu
blog (Traducir Portugués), de dónde sacas las ideas y a quiénes está dirigido?
Sonia – Las
ideas de lo que publico por lo general hacen referencia a las propias
dificultades que enfrenté cuando estudiaba portugués y por eso creo que tienen
un eco importante entre los seguidores. Por otra parte, realmente me encanta el
idioma portugués, y a través del blog, siento que puedo transmitir todas las
experiencias vinculadas a su estudio, así como aquellas relacionadas con la
actividad de traductora. Hay distintos tipos de seguidores en el blog, pero
principalmente son alumnos de portugués/español, profesores de
portugués/español, traductores, amantes de los idiomas y muchos curiosos. :-)
Diana – Sé que te gusta mucho la música brasileña, ¿crees que la música es
una buena herramienta para aprender un idioma? ¿Por qué?
Sonia – Creo
que la música es una herramienta excelente para aprender un idioma. No solo nos
permite tener un acercamiento a la fonética de distintas regiones de Brasil,
sino también una aproximación a las numerosas facetas que presenta la cultura
brasileña. Yo aprendí mucho así, escuchando canciones en portugués. En épocas
en que daba clases, nunca dudé en valerme de la música, a veces, no como un
recurso más, sino como el recurso principal.
Diana – Desde 2005 la legislación brasileña obliga a las escuelas públicas a
ofrecer, a partir de la secundaria, el español
como asignatura facultativa. Sin embargo, brechas en la legislación
hacen que la oferta no llegue a todos y, así, la lengua española no logra un
espacio en la enseñanza pública brasileña, al contrario del inglés, que es
asignatura obligatoria y regular a partir del 6º grado de la enseñanza
primaria. ¿Cómo se da la enseñanza del
portugués en Argentina? ¿El
gobierno argentino la fomenta de alguna manera?
Sonia – En la
Argentina tengo entendido que había un proyecto para la enseñanza del idioma
portugués obligatorio en las escuelas secundarias. Incluso, debido a la falta
de profesores de portugués, el Ministerio de Educación, en su momento,
implementó un profesorado a distancia. Este programa no tuvo éxito e incluso los
títulos habilitantes no se entregaron, con lo cual mucha gente se sintió
traicionada. En verdad, no se trataba de un profesorado sino de un “título
habilitante” para dar clases de portugués. Yo misma hice ese curso pero no lo
concluí. El inglés continúa siendo la lengua más estudiada en las escuelas,
después del español, pero no sé en qué estado se encuentra en estos momentos la
implementación del idioma portugués como obligatorio en los colegios.
Diana – ¿Crees que la semejanza entre las dos lenguas, español y portugués,
dificulta o facilita el aprendizaje?
Sonia – En
primera instancia, pienso que la semejanza dificulta el aprendizaje, porque es
difícil salirse del marco del idioma nativo al tener tantas cosas parecidas,
pero luego, se convierte en un motor que nos permite no solo aprender mejor el
nuevo idioma, sino también enriquecer nuestra lengua nativa,
Diana – Para terminar, ¿cuáles son tus sueños y planes para el futuro, qué
trabajos te gustaría realizar como traductora?
Muchas gracias por tu cálida entrevista y su publicación en este blog tan completo. ¡Felicitaciones por tu trabajo! Un abrazo
ResponderExcluir¡Gracias a ti, Sonia!
Excluir¡Felicitaciones por su trabajo!
ExcluirUn abrazo