Como estoy
bastante liada con el trabajo, voy a publicar una nota rápida sobre un verbo
que suele generar algunas dudas: suceder.
1) Cuando
se dice de una cosa con el sentido de «hacerse realidad», se usa como intransitivo,
es decir, sin complemento:
«Los cambios
sucedieron muy deprisa»
2) Cuando
alguien padece la acción del verbo, o sea, cuando «le sucede» un evento a alguien,
ese «alguien» es un
complemento dativo (complemento indirecto), y por tanto, usamos el pronombre
«le»:
«A Juan le sucedieron cosas desagradables en su
primera cita romántica»
«Juan» es el que
sufre las cosas desagradables, el destinatario, es decir el dativo (complemento
indirecto) y, por tanto, usamos el pronombre personal de complemento indirecto
«le».
«Las cosas
desagradables» es el sujeto, lo que sucede.
Y «en su primera
cita romántica» es el complemento circunstancial de tiempo (¿cuándo?).
Y si hacemos la
pregunta: «¿Qué cosas desagradables?»
La respuesta
será: «Por favor, no seamos cotillas (bisbilhoteiros),
que eso no viene a cuento…»
Lo importante es
que, en este caso, se debe usar el complemento indirecto «le», pues si
dijéramos «A Juan lo
sucedieron (…)» estaríamos cometiendo “loísmo”, algo feo, pero no peor que ser cotilla.
3) Cuando
usamos el verbo suceder con el sentido de pasar el poder o una herencia de un
antecesor a un sucesor, o aun, con el sentido de pasar a ocupar un puesto que
pertenecía a otro, entonces debemos usar el pronombre acusativo «lo» (Complemento
Directo).
Ejemplos:
A Carlos V lo sucedió Felipe II.
Legó la empresa a
su hermano, porque no tenía hijos que lo
sucedieran.
En este caso, si
dijéramos «A Carlos V le
sucedió Felipe II.» estaríamos cometiendo «leísmo», otro coco (bicho-papão) que mete miedo no
solo a los aprendices, como también a los expertos.
4) Por último, «suceder» se usa también con el sentido de «ir detrás de», es decir, para referir-se a una cosa que sigue a la otra.
El día sucede a la noche.
4) Por último, «suceder» se usa también con el sentido de «ir detrás de», es decir, para referir-se a una cosa que sigue a la otra.
El día sucede a la noche.
Más ejemplos de los distintos usos que hemos visto:
A Juan van a sucederle muchas cosas interesantes
durante su vida.
Esta es una
historia real que le sucedió a un
amigo de un amigo.
El director de la
empresa echó un vistazo a todos los presentes, intentando adivinar quién podría
sucederlo. Poco más tarde, lo sucedió quien menos esperaba que
pudiera sucederlo.
Creyó que al subir a la palmera nada le sucedería. Sin embargo sucedió lo peor que podía sucederle: una inundación brutal.
El verano sucede a la primavera.
Creyó que al subir a la palmera nada le sucedería. Sin embargo sucedió lo peor que podía sucederle: una inundación brutal.
El verano sucede a la primavera.
Carlos II, rey de España,
no tenía heredero directo. Un mes antes de su muerte, nombró
para sucederlo al nieto de Luis
XIV, Felipe de Anjou, que se convirtió en Felipe V de España en
1700.
Para saber más sobre leísmo, loísmo y laísmo, pincha aquí.
Para saber más sobre leísmo, loísmo y laísmo, pincha aquí.
P.S.: creí que sería una «nota rápida», lo siento…
Todo siempre muy oportuno, Diana.
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