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sexta-feira, 24 de janeiro de 2014

El quid de la cuestión



Nunca está de más recordar que este espacio fue ideado para los traductores de español, más bien para los brasileños traductores de español. Sin embargo, el mundo de las palabras es tan fecundo e impetuoso que no admite límites ni barreras, así que el blog está dirigido a todos los amantes de la palabra, del texto, de los idiomas, de la cultura y de la comunicación de modo en general.

Consideré necesaria esta introducción porque a veces puedo decir cosas que resulten obvias a los hispanohablantes, les pido que me perdonen, pero también son ciertos los clichés “lo que es obvio para ti puede no serlo para el otro” y  “las cosas más simples también pueden ser las más extraordinarias”. Pero bueno dejemos de “blablablá” como dicen los españoles o, dejemos de “lenga-lenga” como dicen los brasileños.

Vamos directo al punto, o mejor, al “quid de la cuestión”.

Vamos a analizar esta expresión: “el quid de la cuestión”. La palabra “quid” viene del latín y significa “qué cosa” y, según el diccionario de la RAE, quiere decir: “Esencia, punto más importante o porqué de una cosa”. En portugués se dice “xis da questão”, xis es el nombre, en portugués, de la letra equis y, en matemática, es el signo de la incógnita, en otras palabras: el secreto.

¿Y a qué viene todo esto?

Esta mañana recibí un artículo acerca de la diferencia entre “ver” y “mirar” en que el autor decía: "Mirar es algo que hacemos con nuestro cuerpo y ver es algo que pasa en nuestra mente". Me pareció genial la explicación: clara y funcional. Luego, leí parte de un artículo académico acerca de la diferencia entre “decir” y “hablar” que decía: "Hablar es actuar, un acto intransitivo; decir es hacer, que supone transitividad".

¿Se nota la diferencia? El segundo mensaje se dirige al público académico, es fruto de investigación, el primero se dirige al público en general, es fruto de observación. Casi se materializa la diferencia entre teoría y práctica.Pero dejemos lo de teoría y práctica de lado y vayamos al quid: si eres un profesional del área de la comunicación, debes saber que lo esencial no es el mensaje en sí, sino la forma como se dice el mensaje. Ese es el quid, el punto, la clave, el secreto, la esencia, el porqué, “o xis da questão”.

Al redactar un texto tienes que tener en mente el público que deseas alcanzar y adecuar tu mensaje a ese público. Cuando digo adecuar me refiero a elegir el vocabulario; el tipo de registro: si será formal o informal; el tono del texto: si será académico, reflexivo, irónico o soez; la modalidad del texto: si será una narración, una descripción, una argumentación, un diálogo. Además, tienes que saber cuál es tu intención: ¿qué pretendes al publicar ese texto?  ¿pretendes emocionar, informar, convencer, exponer, provocar…?

Volviendo al tema de  la diferencia entre “hablar” y “decir”:

Hablar es actuar, un acto intransitivo”, sabemos que los verbos intransitivos se construyen sin complemento, es decir, “hablar” es el acto físico de articular palabras sin tener en cuenta el receptor del mensaje. Por otro lado, “decir es hacer, que supone transitividad”, sabemos que el verbo transitivo se construye con complemento y la acción del sujeto afecta al complemento.

Decir es personal, es más profundo, intimista, implica emociones, opiniones y sentimientos: 

Cuando estoy disgustado, digo tonterías”.

Cuando estoy enamorado, digo disparates”.

Se pasó la tarde entera hablando como una cotorra, pero no dijo nada importante”.

 No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.” Oscar Wilde

Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho.” Jean Jacques Rousseau



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